¿Es normal que mi bebé se despierte tanto por la noche?

¿Es normal que mi bebé se despierte tanto por la noche?

Los despertares nocturnos son una parte natural del desarrollo del sueño en los bebés. A diferencia de los adultos, los ciclos de sueño infantil son más cortos (alrededor de 50-60 minutos) y la transición entre fases suele ser más ligera, lo que favorece los despertares frecuentes.

Además, el sueño no está completamente maduro al nacer. Según la Asociación Española de Pediatría, el sueño se va consolidando progresivamente durante los dos primeros años de vida.

Factores comunes que influyen en los despertares nocturnos

Estos son algunos factores normales que hacen que un bebé se despierte con frecuencia:

Necesidad de alimentación: especialmente en los primeros 6 meses, los despertares están ligados a la necesidad de alimentarse. La OMS recomienda la lactancia materna a demanda, incluso de noche.

Ansiedad por separación: alrededor de los 6-9 meses, muchos bebés comienzan a desarrollar un fuerte apego con sus cuidadores y se despiertan buscando consuelo.

Cambios en el desarrollo: hitos como gatear, sentarse o caminar pueden alterar temporalmente el sueño.

Dentición: el dolor o molestia puede hacer que el bebé se despierte más.

Condiciones ambientales: temperatura, ruidos, luz o incomodidad pueden interferir.

La lactancia nocturna es normal y saludable en bebés pequeños.

¿Cuándo empiezan a dormir mejor los bebés?

Cada bebé es único, pero según estudios del Developmental & Behavioral Pediatrics, alrededor del 70-80% de los bebés de 6 a 12 meses pueden dormir 6 horas seguidas por la noche aunque aún pueden necesitar una o dos tomas nocturnas. Sin embargo, eso no significa que todos lo hagan ni que sea un problema si no ocurre.

¿Debo preocuparme si se despierta mucho?

En general, no. Despertarse por la noche no es un signo de que algo va mal si el bebé está sano, crece adecuadamente y tiene momentos de sueño reparador durante el día y la noche. Sin embargo, puede ser recomendable consultar con un pediatra si:

• El bebé parece tener dolor o malestar frecuente.
• Hay síntomas respiratorios, ronquidos o pausas en la respiración.
• Los despertares son excesivamente frecuentes (cada 20-30 minutos de forma constante).
• No hay progresos en el patrón de sueño pasado el primer año.

Consejos para sobrellevar los despertares nocturnos

Aunque no podemos eliminar por completo los despertares (ni deberíamos), sí hay formas de acompañarlos con más calma y ayudar al bebé a desarrollar hábitos saludables:

Responder con calma: acudir al bebé de forma serena reduce su ansiedad y favorece el sueño seguro.

Rutinas tranquilas antes de dormir: baño, canciones, cuentos o luces suaves pueden preparar al bebé.

Dormir cerca del bebé (colecho seguro o cuna en la misma habitación): facilita la atención nocturna y reduce el estrés.

Cuidar el ambiente de sueño: temperatura adecuada, oscuridad y sin ruidos fuertes.