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Clamidia en el embarazo: riesgos y tratamiento seguro

Andrea Fernández
1 de julio de 2025
4 min
ETS
Clamidia en el embarazo: riesgos y tratamiento seguro

Clamidia en el embarazo: riesgos y tratamiento seguro

La clamidia es una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más comunes en todo el mundo, y durante el embarazo puede tener implicaciones tanto para la madre como para el bebé. Muchas veces es asintomática, lo que hace aún más importante la detección precoz. En este artículo abordamos qué riesgos conlleva tener clamidia durante la gestación, cómo se diagnostica y qué opciones de tratamiento existen que sean seguras para el embarazo, todo basado en evidencia científica.

Consulta médica durante el embarazo con explicación de resultados

Detectar la clamidia a tiempo permite tratarla sin riesgos para el bebé.

¿Qué es la clamidia y cómo se transmite?

La clamidia es una infección causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, que se transmite principalmente por contacto sexual vaginal, anal u oral sin protección. Puede afectar el cuello del útero, la uretra, el recto e incluso los ojos. Muchas personas infectadas no presentan síntomas, lo que facilita su propagación.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las mujeres embarazadas con clamidia pueden transmitirla a sus bebés durante el parto vaginal, lo que puede causar conjuntivitis neonatal o neumonía infantil.

Riesgos de la clamidia durante el embarazo

Cuando no se trata, la clamidia puede tener consecuencias graves en el embarazo y en el recién nacido. Entre los principales riesgos documentados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras instituciones están:

  • Mayor probabilidad de parto prematuro
  • Rotura prematura de membranas
  • Bajo peso al nacer
  • Infecciones uterinas posparto
  • Infección neonatal ocular (conjuntivitis) o pulmonar (neumonía)

Además, la clamidia puede aumentar el riesgo de transmisión del VIH si la madre también es portadora. Más del 50% de las mujeres con clamidia no presentan síntomas, por lo que el cribado sistemático en el embarazo es crucial.

Diagnóstico durante la gestación

El diagnóstico se realiza mediante pruebas de laboratorio que detectan el ADN de la bacteria en muestras cervicales o de orina. Actualmente, la prueba recomendada es la técnica de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT), por su alta sensibilidad y especificidad.

En muchos países se recomienda un test de ITS, incluida la clamidia, al inicio del embarazo, especialmente en mujeres menores de 25 años o con factores de riesgo. Algunas guías aconsejan repetir la prueba en el tercer trimestre si el riesgo persiste.

Tratamiento seguro para embarazadas

Afortunadamente, la clamidia se puede tratar eficazmente durante el embarazo con antibióticos seguros para el feto. Las opciones recomendadas incluyen:

  • Azitromicina, en dosis única, es el tratamiento de primera línea.
  • Amoxicilina, en caso de alergia o según criterio clínico.

Ambos antibióticos son seguros durante la gestación, según el CDC y la OMS. Es esencial que la pareja sexual también sea tratada para evitar reinfecciones.

Importante

Tras el tratamiento, se debe realizar una prueba de curación (test of cure) a las 3-4 semanas y una prueba de reinfección pasadas 3 meses.

Prevención y recomendaciones

La mejor forma de prevenir la clamidia durante el embarazo es mediante el uso correcto de preservativos, el control de ITS antes de concebir y mantener relaciones sexuales seguras. Si estás embarazada, es recomendable:

  • Solicitar una prueba de ITS en el primer control prenatal.
  • Seguir estrictamente el tratamiento si se diagnostica infección.
  • Informar a tu pareja para que también reciba tratamiento.
  • Acudir a los controles médicos pautados.

Hablar con tu matrona o ginecólogo de cualquier síntoma o inquietud es clave para proteger tu salud y la de tu bebé.

“Toda mujer embarazada debe ser evaluada de manera sistemática para detectar infecciones de transmisión sexual, incluso si no tiene síntomas.”


Información orientativa

Este artículo tiene fines informativos y no sustituye el consejo médico profesional. Ante cualquier duda o síntoma, consulta con tu matrona, ginecólogo/a u otro profesional sanitario cualificado.