Criar mellizos: desafíos reales y consejos útiles
Criar a un bebé ya es todo un reto, pero cuando llegan dos al mismo tiempo, la experiencia puede ser tan maravillosa como abrumadora. La crianza de mellizos (gemelos dicigóticos o no idénticos) implica el doble de amor… y el doble de desafíos. En este artículo exploramos las principales dificultades que enfrentan las familias con mellizos y compartimos estrategias útiles y realistas para navegar esta etapa con confianza y serenidad.

La crianza de mellizos requiere trabajo en equipo, organización y mucha empatía.
Desafíos comunes en la crianza de mellizos
Los primeros meses pueden ser especialmente intensos. Aquí algunos de los desafíos más frecuentes:
- Falta de sueño: Las tomas nocturnas, los cambios de pañal y los despertares se duplican, afectando profundamente el descanso de los cuidadores.
- Sincronización de rutinas: Lograr que ambos bebés coman, duerman y se calmen a la vez no siempre es posible, y eso puede aumentar el estrés.
- Carga emocional y física: El agotamiento puede traer sentimientos de culpa, ansiedad o frustración. No estás sola/o: es normal sentirse así.
- Menor tiempo individual: Es más difícil dedicar atención exclusiva a cada bebé, lo que puede generar dudas sobre el vínculo y el desarrollo.
"Los cuidadores de múltiples suelen experimentar mayores niveles de estrés y fatiga, especialmente durante el primer año de vida."
¿Cómo afrontarlo? Consejos prácticos que sí ayudan
- Establece rutinas, pero con flexibilidad. Aunque suene imposible, ir creando hábitos predecibles (hora de comer, baño, sueño) ayuda a reducir el caos. Intenta que duerman y coman a la vez, pero sin forzar si no funciona al principio.
- Acepta ayuda sin culpa. Familia, amistades o incluso servicios de apoyo comunitario pueden ser claves. No es debilidad pedir ayuda: es autocuidado.
- Divide tareas y comunícate en pareja. Si hay dos cuidadores, una división clara y amorosa de responsabilidades previene tensiones. Si crías sola/o, prioriza lo esencial y delega lo que puedas.
- Aprovecha el contacto piel con piel. Fomenta el vínculo con cada bebé por separado cuando sea posible. El contacto físico mejora el apego, la lactancia y la regulación emocional del recién nacido, según la OMS.
- Prioriza tu bienestar mental. El autocuidado no es lujo: es supervivencia. Dormir a ratos, alimentarte bien o simplemente respirar profundo pueden marcar la diferencia.
¿Y la lactancia con mellizos?
La lactancia en tándem (amamantar a los dos al mismo tiempo) es posible y beneficiosa, aunque puede necesitar más apoyo y aprendizaje. Según la Asociación Española de Pediatría, las madres de mellizos producen suficiente leche y la succión simultánea incluso estimula más la producción.
Para muchas mujeres, usar cojines especiales, posiciones adaptadas y el acompañamiento de una matrona o asesora de lactancia puede ser fundamental. No hay una sola manera correcta: lo importante es encontrar lo que funcione para ti y tus bebés.

La lactancia materna con mellizos es posible y puede fortalecerse con apoyo y práctica.
Tiempo individual: ¿es necesario con mellizos?
Sí. Cada bebé es único y necesita sentirse visto y amado como individuo. Aunque no siempre es fácil, momentos breves pero significativos —como hablarle directamente, acariciar su carita o mirar a los ojos mientras lo cambias— fortalecen el vínculo y favorecen el desarrollo emocional.
Un estudio publicado en Infant Behavior and Development demostró que los mellizos con más interacción individual con sus cuidadores mostraban mejor autorregulación y menor dependencia mutua en etapas posteriores.
También se duplica el amor
Aunque el camino puede ser extenuante, criar mellizos trae una conexión especial entre hermanos, una capacidad de adaptación increíble en los padres, y una dosis diaria de ternura por partida doble. Cada sonrisa compartida, cada logro alcanzado al mismo tiempo, cada gesto de complicidad entre ellos será un recordatorio de que todo el esfuerzo vale la pena.
Este contenido no sustituye el consejo profesional