Tapón mucoso: qué es, cómo reconocerlo y cuándo se expulsa
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer crea una serie de mecanismos para proteger al bebé en desarrollo. Uno de estos es el tapón mucoso, una barrera natural que muchas futuras madres desconocen hasta que se acercan al final de la gestación. Aunque su expulsión es un signo de que el cuerpo se está preparando para el parto, no siempre significa que el trabajo de parto comenzará de inmediato.
¿Qué es el tapón mucoso?
El tapón mucoso es una sustancia espesa y gelatinosa, compuesta principalmente de moco cervical, que se forma en el cuello del útero durante el primer trimestre del embarazo. Su función principal es sellar el canal cervical y actuar como barrera protectora frente a bacterias y otros agentes patógenos del exterior.
Este tapón se mantiene en su lugar durante casi todo el embarazo y es un componente clave del sistema inmunológico local del aparato reproductor.
Según el Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIH), este moco actúa como una barrera bioquímica, atrapando microorganismos y evitando infecciones que podrían afectar al feto.

El tapón mucoso actúa como un sello de protección en el cuello del útero durante el embarazo.
¿Cómo reconocer el tapón mucoso?
La expulsión del tapón mucoso puede pasar desapercibida o ser muy evidente. Se suele presentar como una secreción vaginal espesa y viscosa, de color transparente, blanquecino o amarillento. A veces, contiene vetas de sangre o es ligeramente rosado, lo que se conoce como "el sangrado del tapón mucoso".
Es importante no confundirlo con otras pérdidas vaginales normales del embarazo. Si bien su textura gelatinosa es bastante característica, cada mujer puede experimentarlo de forma diferente. Algunas lo pierden de golpe, y otras lo eliminan en pequeñas cantidades a lo largo de varios días.
"Vi un flujo como clara de huevo con un poco de sangre. Llamé a mi matrona y me dijo que era el tapón mucoso. Tenía 38 semanas."
¿Cuándo se expulsa el tapón mucoso?
Generalmente, el tapón mucoso se expulsa en las últimas semanas del embarazo, entre la semana 37 y el inicio del trabajo de parto. Es una señal de que el cuello del útero está empezando a borrarse y dilatarse ligeramente.
Sin embargo, su expulsión no indica que el parto sea inminente. Muchas mujeres pueden perder el tapón días o incluso semanas antes de que comiencen las contracciones. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el inicio del parto se define clínicamente por contracciones regulares con cambios cervicales, no por la pérdida del tapón mucoso.
¿Debo acudir al hospital al perder el tapón mucoso?
Si estás en el tercer trimestre, la pérdida del tapón mucoso sin otros síntomas no requiere atención urgente. Pero hay excepciones:
- Si se acompaña de sangrado abundante (más que una regla).
- Si aparece antes de la semana 37.
- Si notas contracciones regulares, rotura de bolsa o disminución de movimientos fetales.
En estos casos, es recomendable acudir al centro de salud o contactar con tu matrona. La Asociación Española de Pediatría (AEP) señala que una vigilancia activa ante signos de parto prematuro es esencial para prevenir complicaciones.
¿Qué hacer después de expulsarlo?
La mejor recomendación es mantener la calma. Perder el tapón mucoso puede ser emocionante porque indica que el cuerpo se está preparando para el gran momento. Puedes anotar la fecha y observar si hay otros síntomas como contracciones o cambios en el flujo. Aprovecha para revisar tu plan de parto, preparar la maleta y comunicarlo a tu matrona si te genera dudas.

Perder el tapón mucoso puede ser una señal de que se acerca el parto, pero no es motivo de alarma.
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